Durante los días comprendidos entre el 15 y el 21 de marzo, los alumnos de 1º de Bachillerato encaminaron su viaje de fin de curso hacia tierras italianas.
Eugenia, una de las profesoras que acompañaron a estos jóvenes del centro I.E.S. San Fernando, nos habla sobre su experiencia junto a ellos por Italia.
Día 1
Durante el primer día, anduvieron la zona del Trastevere donde tuvieron oportunidad de visitar las iglesias de Santa María y Santa Cecilia, donde destacamos su bóveda con ornamentación y gráficos pertenecientes al estilo románico.



Tambíen aquí degustaron su primera pizza italiana.
Aunque fue un día lluvioso, las ganas y entusiasmo de estos chavales por conocer la zona pudo con la climatología, y finalizaron su día visitando los Templos Romanos, entre ellos, el Templo de Hércules y la Iglesia Bizantina de Santa María in Cosmedin.


Día 2
Comenzaron el segundo día, comenzando su andadura hacia la Basílica de San Pedro del Vaticano y sus museos, donde aseguran que quedaron fascinados, sobre todo con la Capilla Sixtina y su famosa bóveda, del pintor y escultor ”capresani” Miguel Ángel.



Pintada con la técnica ”al fresco”, representa el momento del juicio final en la que participan poco más de 400 personajes propios del mundo clásico que emergen de un cielo azulado en el que flotan con una seguridad y energía sobrenatural.
Después del almuerzo se maravillaron con la Columnata de Bernini en la plaza de San Pedro, donde hicieron una cola de 3h, aunque aseguran, que mereció la pena.
Día 3
El tercer día, estaba programado por las visitas a la plaza del Popolo, la Plaza de España y la Fontana di Trevi, donde como marca la tradición, lanzaron unas cuantas de monedas para asegurar su retorno a Italia algún día.
También visitaron, entre otros, el Mercado de las Flores, la Iglesia de San Ignacio de Loyola, el Palazzo Spada, las ruinas de Largo di Torre Argentina y el Panteón de Agripa.


Días 4 y 5
Visitaron las iglesias de San Carlos de las cuatro fuentes y Santa María la Mayor, una auténtica joya de la arquitectura que presenta características propias del románico, barroco y arte medieval y que comenzó a construirse en el siglo V d.C.
En San Pietro in Vincole, se encontraron con una de las mejores esculturas de Miguel Ángel como es el Moisés. Esta escultura constituye la figura central de la tumba del papa Julio II, que fue el principal mecenas de este artista. Este proyecto fue el más ambicioso de Miguel Ángel. Para finalizar la jornada, visitaron el Coliseo y los Foros Romanos.




Día 6
Al día siguiente partieron a Florencia, donde visitaron la iglesia de Santa María Novella, y la Catedral del Duomo, que se compone de cuatro edificios: el Museo de la Ópera, el Batipsterio de San Juan, la Catedral de Santa María de las Flores y, por último, el Campanile.


También acudieron a visitar la Galería de la Academia, donde vieron la obra más famosa de Miguel Ángel: el David.
Pasearon por las calles florentinas hasta la Plaza de la Signora. Tras la comida, visitaron la Galería de los Ufizzi, donde les impresionaron las obras de Botticcelli, como el ”Nacimiento de Venus”, ”la Primavera” y ”Calumnia”.
Culminaron su última noche echándose unos bailecitos en una discoteca.





El séptimo y último día aprovecharon para visitar el mercado del cuero y la seda, e ir de compras.
Por la tarde, se dirigieron hacia el aeropuerto de Bolonia para coger el avión que los traería de vuelta para Sevilla.
Nos cuentan que las comidas típicas italianas que comieron durante esos días fueron la pasta y la pizza.
Para culminar, queremos señalar la opinión de Eugenia, una de las profesoras que han acudido al viaje, que nos indica que lo que más le ha impresionado ha sido la visita al Panteón de Agripa en Roma, la El Duomo y, sobre todo, el David de Miguel Ángel, en Florencia. Además de todos los sitios y monumentos visitados, lo que mejor sabor de boca le ha dejado y lo que más le satisface es el buen ambiente que se respiró entre todos los jóvenes que consiguieron que este experiencia fuera inolvidable para ella y para todos.
Para finalizar, Mª del Robledo Fajardo, alumna de 1º de Bachillerato y asistente a este viaje, nos cuenta su experiencia vivida en Italia. Desde aquí le agradecemos su colaboración y el tiempo dedicado para la realización de esta entrevista.
· ¿Cómo se os ocurrió la idea de realizar un desayuno molinero? ¿Cuanto dinero recaudasteis?
Está claro que, en los tiempos que corren, no disponemos de muchos recursos económicos y el viaje se nos iba de las manos. Necesitábamos muchas ideas para recaudar el mayor dinero posible y disminuir el elevado precio, así que, en una de las reuniones que realizábamos en algunos recreos, alguien sugirió esa idea y la verdad es que fue muy buena. Las profesoras pusieron mucho de su parte. Nos pusimos manos a la obra, nos organizamos muy bien y repartimos las tareas. Cuando nos dimos cuenta estábamos vendiendo el desayuno molinero en el hall del instituto. Recaudamos más de 100 euros que guardamos en un bote común, con el que costeamos gastos como los billetes de tren y autobús, además de alguna que otra entrada. Fue una experiencia laboral muy bonita en la que aprendimos bastante, pues conseguimos venderlo todo y aprendimos a trabajar en grupo.
· ¿Dónde habéis viajado? ¿Qué día?
La excursión fue a Italia. El día 15 de marzo, a las 4 de la madrugada, nos encontrábamos todos en el aeropuerto de Sevilla, y a las 6:30 salió nuestro vuelo con destino Roma. En el aeropuerto Ciampino, en Roma, nos recogió un autobús que nos llevó al hotel y, nada más llegar, comenzó nuestra aventura.
· ¿Hubo algún problema en la organización de la excursión?
Si que tuvimos bastantes problemas, pero tanto Eugenia como Inma se encargaron de solucionarlos para que todo marchase bien. La verdad es que hicieron un gran trabajo que implicó muchas horas y dedicación exclusiva a nosotros y al viaje. Se lo agradeceremos siempre.
· ¿Qué sitios visitasteis? ¿Con cuál te quedarías?
Visitamos multitud de lugares y cada uno de ellos con su particular encanto. Yo creo que no he visto más iglesias en mi vida, pero las visitaría de nuevo, porque en Roma se encuentran todos los estilos arquitectónicos posibles y son bastante bonitas. Fuimos a lugares como la Piazza Navona, el famoso Coliseo, la Piazza del Popolo, el Monumento a Vittorio Emanuel y muchísimos más. De todos ellos, los que más me sorprendieron fueron el Coliseo con sus ruinas y el Pantheon, porque te haces una mínima idea de cómo era la vida allí y reflexionas también sobre la vida en la actualidad y todas las facilidades de las que disponemos. Es tanta la grandeza de estos lugares, que te sientes diminuta. Y en Florencia visitamos la galería Uffizi, donde vimos famosas obras como El nacimiento de Venus de Miguel Ángel o La Primavera de Botticelli; la catedral en la Plaza del Duomo o la galería de la Accademia, donde se encuentra el David de Miguel Ángel, que por cierto es impresionante. De Florencia, lo que más me gustó fue la escena del último día viendo la puesta de sol en el monte Michelangelo. Para que os podáis hacer una idea os diré que estábamos sentados todos en unas escaleras repletas de jóvenes y no tan jóvenes, con una dulce voz de fondo de una mujer que cantaba al final de las escaleras, la vista panorámica de Florencia, el sabor amargo de la despedida y el atardecer con aquella preciosa puesta de sol… raro fue que a alguno de nosotros no se le escapase alguna que otra lágrima.
· ¿Qué día regresasteis?
El día 21 de marzo nos recogió un autobús en Florencia que nos llevó a Bolonia, de donde salió nuestro vuelo a las 20:50 de vuelta a casa. Allí recordamos todos los momentos que nos habían hecho reír durante el viaje y las ganas que teníamos de ver a nuestros padres y amigos, aunque no queríamos irnos.
· ¿Hubo alguna incidencia en la excursión?
Hubo algún que otro problema en cuando a horarios de llegada al hotel y horarios también de alguna visita, pero todo se solucionó adecuadamente y pudimos disfrutar de nuestro viaje sin tenerlos en cuenta.
· ¿Cómo os lo pasasteis?
Yo pienso que no es algo que pueda calificarse, porque no hay palabras para ello. Podremos decir que fue una experiencia inolvidable, que esa semana quedará en nuestra memoria el resto de nuestras vidas o que Roma y Florencia son impresionantes; que las pizzas estaban buenísimas y nos reímos muchísimo. Podemos decir infinidad de cosas y no mentimos. Pero yo creo que eso es algo que realmente sólo podremos saber nosotros.
· ¿Repetiríais esta experiencia?
Sin pensármelo dos veces, no me cabe la más mínima duda. Mis compañeros no han podido ser mejores y las profesoras que nos han acompañado y David se han portado muy bien con nosotros. Hemos tenido tiempo de todo: de ver muchas cosas, de descansar, de ir de fiesta, de conocernos más entre nosotros y hasta de conocernos mejor a nosotros mismos. Invito a todo aquel que tenga la oportunidad de realizar un viaje cultural de este tipo porque no se arrepentirá.
