Entrevista a Jesús Cárdenas, profesor de Lengua Castellana y Literatura del IES San Fernando

Entrevistamos a Jesús Cárdenas, licenciado en filología hispánica por la Universidad de Sevilla (promoción 1995-2000). Desde 2003 es profesor de Lengua Castellana y Literatura. Ensayista y poeta, Jesús imparte talleres de creación poética en bibliotecas, universidades y otras instituciones.

Jesús Cárdenas
«Aún recuerdo mis prácticas, expuse una clase en el IES “Martínez Montañez” sobre poesía de Antonio Machado, y me llevé diez minutos hablando sobre su poesía y el resto de la clase lo dediqué a leer y a comentar, junto con los chavales, algunos versos. Fue fantástico. Con el tiempo entendí que esto no podría ponerlo en marcha en todos los centros de trabajo, ni siquiera todos los años.»

Después de llevar un tiempo publicando en varias revistas (desde los Cuadernos de Creación de la Facultad, pasando por Ágora, hasta llegar a Vesilda), se presentó por primera vez a un certamen literario en 2005, donde se hizo con el Primer Premio del XVI Certamen “José María de los Santos” organizado por el Ayto. de El Viso del Alcor, con un conjunto de 32 poemas titulado Algunos arraigos me vienen (Diputación Provincial de Sevilla, 2005), que articulaban la realidad íntima con un sabor agridulce: la pérdida de un ser querido y el nacimiento de su hija.
Consiguió ser finalista en diversos premios: XII Certamen de Poesía María del Villar, Tafalla en 2005. Premio de Poemas Ángel Miguel Pozanco (Madrid), en 2009. Premio de Barbate (Cádiz) “Barbate lee”, en 2009 y Premio Latin Heritage Foundation en 2011 con el poema «Días grises«.
Una vez superadas las oposiciones de Secundaria como Profesor de Lengua y Literatura, comenzó a dar rienda suelta a su creatividad cerrando su opera prima con el deseo de presentarlo en distintos puntos de la geografía española: La luz de entre los cipreses.
Entre 2012 y 2013 se presentó al V Premio Florencio Quintero, siendo único accésit por Laberintos sin cielo, publicado con otros conjuntos de poemas por Guadalturia . Además, colabora con distintas revistas impresas y digitales reconocidas: Aldaba, Amsterdam Sur, Arena y cal, Cromomagazine, Cuaderno de Profesores Poetas, etc.
Al siguiente año entregó el que sería su segundo libro, Mudanzas de lo azul. Esta vez en el sello editorial madrileño, Vitruvio. Dio un paso adelante al presentar su libro en distintos lugares con un decorado muy particular, fruto de su amistad con el pintor sevillano, Jorge Mejías. Asimismo cosechó importantes reseñas críticas (hasta un total de seis). También dio un paso al frente en la evolución de su obra, al colocar toda esa poética de la cotidianidad y de la propia palabra envuelta de una mirada melancólica con un verso profundo e imágenes acertadas.

Le hemos realizado unas preguntas para saber más de él:

¿Cómo se te ocurrió para participar en el taller de creatividad literaria?

Tal vez, hubo un día que, reflexionando, pensé si podía hacer más por los alumnos, por alimentar sus mentes, y entonces fue cuando se me alumbró este nuevo programa. Al fin, iba a hacer lo que mejor se me da: hablar sobre cómo escribir y ofrecer pautas. Y el hecho de que pudiese generar “búsquedas”, o si se quiere “aventuras” por esas zonas resbaladizas de los sentimientos y las emociones del alumnado, era para mí algo atractivo.

Sabía que algo podía hacer con mis conocimientos sobre creatividad, y, quizá este era el momento más adecuado para ponerlos en marcha, pese a que, seguramente, me encontraré con momentos donde se me juntarán muchas cosas a la vez.

¿Qué objetivos quieres lograr con este nuevo proyecto?

Todos somos portadores de sentimientos y tenemos la virtud de llegar a interpretaciones de la realidad diferentes, algunas novedosas. Nuestra mente es capaz de hallar una forma de expresión diferente, generar algo nuevo lejos del tópico, no convencional, algo artístico. Todos nacemos con esa capacidad creativa, exploradora, innovadora. Ahora bien, como coordinador del programa de creatividad literaria me preguntaba ¿seremos capaces los profesores de estimular esa capacidad?
La capacidad de sacar un escrito de adentro es un rasgo fundamental para indicar la creatividad. Es conocido que a mayor capacidad de expresión, mayor posibilidad de liberarse de ataduras y romper estereotipos y tópicos. Nos llevaríamos a error si pensáramos que es una tarea fácil, en absoluto. Aunque, ciertamente, existen activadores creativos como un determinado poema, una determinada canción, una obra de arte en definitiva, que está destinada a provocarnos, a desviarnos del camino, a tomar otro sendero, a tomar una iniciativa. Para conseguirlo hay que ensayar, analizar, sintetizar, escribir y escribir, corregir, releer, reescribir.
Cualquier creación literaria no se escribe por sí sola; aunque parezca sencilla, detrás de sus esquinas esconde ideas, ritmos y una forma de expresión “transracional”, que trasciende, hasta entonces inédita, original y propia.
Objetivo que querría lograr: primeramente, sembrar la inquietud por escribir con libertad y generar ese gusto, el aspecto literario ya vendrá después.

Desde aquí animo a todos a escribir.

¿Tiene que ver algo el participar en esto con la creatividad tuya de escribir poemas?

Efectivamente, al participar en el Programa de Creatividad Literaria, estoy conjugando de alguna manera mi labor de profesor de lengua y literatura con la de poeta. Ahora bien, coordino un programa que apuesta por las creaciones no solo poéticas, sino también narrativas, con lo que esto supone un esfuerzo, ya que en los tres últimos años me he concentrado en leer y en escribir poesía.
Mi concepción de enseñar lengua y literatura tiene unas bases teóricas, lógicamente, pero, sobre todo, unas columnas donde se apoya la competencia lingüística, es decir, en saber leer, saber comprender y saber escribir, para lo cual hacen falta leer textos y componer creaciones.
Para mí la poesía es un conjunto de respuestas (emociones, sentimientos, experiencias, imaginaciones…), la creación de otra realidad más sensorial, menos cruel. Concede un gran valor al orden inquieto de las palabras y lleva al punto máximo el lenguaje.

¿Por qué estudiaste magisterio? ¿Qué te motivó?

No estudié magisterio, fue Filología Hispánica. Quizá me motivó mi desmedida afición por la literatura y la bohemia. El enseñar vendría después, porque, realmente, son muy pocas las salidas que ofrece una carrera de letras.

¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?

Aún recuerdo mis prácticas, expuse una clase en el IES “Martínez Montañez” sobre poesía de Antonio Machado, y me llevé diez minutos hablando sobre su poesía y el resto de la clase lo dediqué a leer y a comentar, junto con los chavales, algunos versos. Fue fantástico. Con el tiempo entendí que esto no podría ponerlo en marcha en todos los centros de trabajo, ni siquiera todos los años.

¿Te sientes satisfecho al realizar este proyecto? ¿Y a nivel personal?

Hasta el momento puedo decir que estoy muy satisfecho con esta coordinación del Programa de Creatividad Literaria en nuestro centro. Siempre es interesante entrar en nuevos proyectos… Algo malo tendría que tener ser un espíritu inquieto. Se está cruzando las primeras puertas: se están dinamizando las aulas, se está escribiendo intentando rehuir de la frase dicha y del tópico y, dentro de poco, se expondrán, se difundirán a través de exposiciones, recitales, etcétera.

Como me ha gustado la entrevista, ahí van algunos haikus de regalo, que he compuesto, a la par que preparaba el guión para la actividad del haiku (como veis, la creatividad puede surgir en cualquier momento, simplemente fluyen y yo solo las alineo):

En las pavesas
ataviadas del trigo
ardiendo julio.
Una palabra
atrapada en tu manta.
Tarde de enero.

Por último, quisiera agradecer a los compañeros que se han apuntado a este programa, ya que sin su enorme apoyo esto no se podría llevar a cabo.

Entrevista realizada por:
Yolanda Galán
Alejandro Brito
Robson da Silva

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